lunes, 1 de octubre de 2007

Solo una palabra

Historia de la SalsaParte 1: La Palabra de un Hombre
En los años sesenta del siglo XX la música Latina sufría su primera gran crisis. Desplazada por la Beatlemanía, el Twist y la fiebre del Rock and Roll, daba la sensación de que nunca se iba a recobrar. Fue entonces cuando, como una de esas sorpresas que te da la vida, gracias a la imaginación de un solo hombre todo esto cambió.
Izzy Sanabria trabajaba como diseñador gráfico en los estudios de grabación Fania, en aquel entonces considerado la Motown Latina. También fue el maestro de ceremonias de la banda Fania All Stars y productor de la influyente revista Latin NY.
La gran sensación que causaron el Mambo y el Chachachá en el ámbito mundial hizo que toda una oleada de ritmos derivados de Cuba se fusionase con el Jazz. Sin embargo, las diferencias entre estos ritmos resultaban demasiado tenues, lo que los hacía prácticamente indistinguibles para los inexpertos. Esto generó gran confusión y provocó una inevitable fractura en el mercado. Fue como subirse al tren y que se le cayesen las ruedas.
Al observar la situación, Izzy se dio cuenta de que era necesario reunir todos los ritmos bajo un mismo techo para así eliminar la confusión y vender el concepto más fácilmente. Decidió buscar una palabra que los describiese a todos, que capturase la imaginación de la gente e hiciese el mercado más sencillo. Eligió “Salsa”.
El hecho de que él tuviese único acceso a la palabra, tanto por escrito como de forma hablada resultó fundamental para conseguir la aceptación pública de “salsa”. Izzy usó salsa como una interjección mientras presentaba y para describir el género en la revista Latin NY. Su elección de la palabra no fue al azar, aunque ésta pierde bastante en la traducción al inglés: “sauce” o “saucy” no tienen el mismo efecto. La traducción más aproximada sería “kick it” o “punch it” (darle un empujón). Es lo que diríamos en música para animar a una banda a aumentar la energía de una actuación.
Sin embargo, no fue Izzy quien inventó la palabra. Hay evidencia del uso de la palabra “salsa” con anterioridad, como la despedida de Beny Moré: “Hola Salsa”, y la canción “Échale salsita” del Sexteto Habanero. Muchos musicólogos hacen referencia a la existencia de estos usos anteriores, pero no consiguen dejar claro por qué la eligió y con qué propósito.
El Jazz, un componente importante de salsa, revela sus raíces en los estados más al sur de América con palabras y frases derivadas de la cocina, como “smokin”, “jammin” y “now we're cookin” que los músicos exclamaban al alcanzar un momento cumbre en la actuación. “Salsa” no sería diferente. Sin embargo, soy de la opinión de que las exclamaciones en (el género que después se conocería como) salsa se usaban de una forma más estructurada. La música tiene determinadas propiedades generales: una introducción, una fase melódica, una fase de ritmo o percusión llamada montuno, una vuelta a la fase melódica y un final. Las exclamaciones se usan para anunciar cambios de fase, especialmente en el montuno, que es la sección con mayor energía rítmica. Las palabras más usadas son por ejemplo “candela”, “salsa”, “sabroso” y “azúcar”, esta última famosamente usada por Celia Cruz.
Por ello, cuando Izzy Sanabria eligió la palabra “salsa” como elemento de unión para todos los ritmos y (por implicación) sus respectivos bailes, ya existía como metáfora musical. Salsa era, y sigue siendo, una expresión de mayor energía y emoción.
Pero la definición de salsa sigue cambiando, un dinamismo que los estudiosos de este campo no logran abarcar. Se ha extendido hasta incluir música no Cubana y bailes como Cumbia y Merengue. Ha llegado a ser un símbolo de nacionalidad, creencia política e identidad cultural. Pero lo que resulta más fascinante es la rapidez a la que la definición esta cambiando.
El mundo es cada vez más pequeño. Cada vez más gente de países y culturas diferentes aceptan la salsa, y la adoptan como suya, dándole una nueva definición en el proceso con el fin de ajustarla a sus necesidades. Es un fenómeno conocido como internacionalización. Constantemente aparecen definiciones nuevas, se unen a otras, y son reabsorbidas en un proceso continuo. Hoy salsa es un término que fundamentalmente se define a sí mismo, lo que tiene una repercusión importante en el concepto de propiedad (que explicaré más adelante). Algo que Izzy no había planeado de ese modo según evidencian sus páginas web.
No hace falta decir que la idea funcionó, y que gracias a su esfuerzo la música Latina revivió. Fue cuando Fania All Stars actuó en el club Cheetah de Manhattan que se filmó con el título “Nuestra Cosa Latina”. El resurgimiento fue como un estampido que culminó en el famoso concierto en el estadio Yankee con 20.000 personas en 1973.
La historia no ha sido muy favorable a Izzy Sanabria. El foco de atención parece haberle pasado por alto para prestar más atención a gente más poderosa o atractiva. Quizá pienses que yo le doy demasiada importancia, pero creo que así compensa por los que no le han dado la suficiente.
Y recuerda... sólo una palabra.